Nuestro Febrero
Todos los meses tiene su historia, un origen que se remonta al mundo clásico y una serie de particularidades que con el paso de los años termina por perfilar su carácter y concretar su percepción entre la gente. El mes de febrero no es ninguna excepción. Es el mes más corto de nuestro calendario, pero sus días encierran una variada lista de curiosidades que hoy nos hemos dispuesto a remarcar.
Según los mitos romanos, fue Rómulo, legendario gemelo de Remo el que, tras dar buena cuenta de las nutritivas ubres de la loba capitolina, se lió la manta a la cabeza para fundar la ciudad de Roma y convertirse en su primer rey. Corría el siglo VII a. c. y el bueno de Rómulo se afanaba en hacer evolucionar el calendario lunar griego para instaurar el calendario romano.
Por aquel entonces el calendario contaba solo con diez meses y el año en cuestión se ventilaba en unos fugaces 304 días. Cuentan las crónicas que fue el gobernador Numa Pompilius el que vino a añadir el mes de enero al principio y el mes de febrero al final del calendario con tal de conformar un año de doce meses, y que no sería hasta el 452 a. c. que febrero haría las maletas para mudarse definitivamente a las frías latitudes existentes entre los meses de enero y marzo.
En nuestros días el mes de febrero viene surtidito de fechas significativas y de curiosidades. Es el único mes del año que puede saltarse una luna llena y el único también en tener cuatro semanas exactas. Incluso tiene un día fantasma, ese 29 que solo hace acto de presencia en los años bisiestos y que goza del dudoso honor de ser el único día en la Inglaterra del siglo XIX en el que la mujer podía pedir matrimonio al hombre, pues como el día 29 de febrero no existía de forma legal, se podían saltar las obligaciones morales de la época a la torera.
Nuestro mes de febrero empieza con el día de la Marmota, una celebración de origen anglosajón en el que se le concede a este simpático animal la potestad de dictaminar si la primavera está al caer o si, por el contrario, el invierno ha de durar todavía seis semanas más. Al llegar a su ecuador febrero nos deleita con el día de San Valentín, patrón de los enamorados, cuyo origen siempre ha querido relacionarse con afanes comerciales poco románticos, si bien parece ser que sus raíces también podrían hundirse en la época romana. Y como clausura, nuestro mes protagonista nos seduce con los carnavales, una celebración con orígenes religiosos que se extendió por el continente europeo durante la edad media y que, si bien en un inicio se celebraba para poder comer carne con tal de fortalecerse antes del recogimiento de la cuaresma, en la actualidad se ha convertido en un día de disfraces y desfiles por las calles de lo más divertido.
Tanto si sois amantes de la historia y de las curiosidades, como si os apasionan las habilidades invernales de las marmotas, si estáis enamorados o sois aficionados a los disfraces, os invitamos a que os olvidéis del frío y disfrutéis de este mes de febrero. Desde la Bolsera os animamos incluso a que probéis a confeccionar disfraces usando nuestro material de packaging. ¡Os sorprenderá la cantidad de disfraces originales que podéis llegar a crear! ¡Feliz mes de febrero!
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