DE CALÇOTADA CON LA BOLSERA
El mes de febrero se abre camino combinando días de frío con extraordinarias jornadas de sol que nos brindan temperaturas templadas, más propias de una primavera que parece asomar la nariz antes de tiempo. Ante la conjura de estos elementos ambientales nos gustaría recomendar algo que a nosotros siempre nos ha funcionado, una herramienta al alcance de todo el mundo con la que conseguiréis olvidaros del estrés semanal y recargar las pilas mientras fortalecéis los vínculos con esos amigos y familiares que tan bien hacen a la salud. Estamos hablando de disfrutar de eventos al aire libre, de reunirse y comer rodeados de ese entorno balsámico que solo la naturaleza es capaz de alcanzar. Quizás parezca una evidencia, pero aprovechar las mañanas espléndidas que nos están regalando los fines de semana para organizar, por ejemplo, una sabrosa calçotada se nos antoja una idea excelente.
Ya hace tiempo que los calçots traspasaron las fronteras, y aunque es cierto que son típicos de Catalunya, donde su consumo está ligado a un ritual de lo más particular, también se disfrutan en la zona occidental de España llamado Calsotada. Como siempre ocurre con las historias que abordan el origen de algo, el origen de esta cebolla cultivada añadiendo más tierra en su base a propósito para que crezca alargándose en busca de la luz del sol bebe de distintas leyendas, desde la serendipia gastronómica de un agricultor de Valls (Tarragona) que en el ocaso del siglo XIX quemó unas cebollas y en vez de deshacerse de ellas se le ocurrió pelarlas y probarlas para descubrir que eran dulces, hasta ciertas pinturas del siglo III que probarían que los romanos ya degustaban algo parecido a los calçots.
Vengan de aquí o vengan de allá, lo cierto es que los calçots resultan un alimento de lo más sabroso cuya tradicional forma de consumir ha generado una liturgia en la que resulta tan importante el procedimiento como el tipo de material que se usa. Para enfrentarte a una calçotada con dignidad es imprescindible estar bien preparado. Por eso, en la Bolsera, hemos desarrollado una sección exclusiva de productos para la Calçotada en la que podréis encontrar todos los artículos necesarios para afrontar la jornada con éxito.
Podéis empezar por nuestro surtido de productos biodegradables de hostelería, especialmente diseñados para barbacoas y calçotadas, como nuestros platos y bowls de fibra de caña de azúcar, las ensaladeras de cartón Kraft con interior peliculado, las tarrinas de polipropileno con bisagra, los vasos de cartón color crema o unos elegantes cubiertos de bambú.
Sin duda es un buen comienzo, pero si pretendéis salir indemnes del sabroso envite al que os enfrentáis, deberéis protegeros un poco. Para ello La Bolsera pone a vuestra disposición desde las conocidas servilletas blancas, que descubriréis más útiles que nunca, (sobre todo cuando falten) hasta las toallitas refrescantes de Aloe Vera, las toallas secamanos o los guantes de polietileno. Y para que la calçotada sea oficial no pueden faltar los delantales y los baberos, que podréis encontrar en color blanco o con el impreso "Calçotada” en color negro o blanco.
Y una vez bien pertrechados para el combate solo queda una cosa: Disfrutar del día y de una buena calçotada junto a los vuestros. ¡Qué aproveche!
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