¿Quién de niño no esperó con anhelo, alegría y entusiasmo la Navidad? Es, quizás, la época del año que más nos gustaba. La asociábamos con fiestas, paseos, comidas y por supuesto, los Reyes y sus esperados regalos; Cajas para regalo sin importar la religión o las creencias, la Navidad era ilusión, esperanza y felicidad; pero sobre todo magia. La mayoría fuimos capaces de creer en seres extraordinarios que alegraban nuestras vidas y las de los demás. A medida que íbamos creciendo, cuando llegamos a la adolescencia, esa ilusión que nos acompañaba de niños fue cambiando, ya no nos interesaban tanto los regalos como sí las fiestas. Esta época se torna en momentos acompañados por nuestros amigos, parejas y compañeros y especialmente nuestra familia; es una época ideal para conocer personas y para reencontrarnos con aquellos que viven lejos o con quienes simplemente nos hemos dejado de ver. Y al llegar a la edad adulta, la Navidad empieza a girar en torno a los más pequeños y nos convertimos en los creadores de las ilusiones de nuestros hijos y de los niños que nos rodean.

La Navidad es un momento del año que viene cargado de energía, de amor y de alegría; es por esto que a Para la mesa de Navidadpesar de la situación por la que estemos pasando, nos sentimos un poco más optimistas y por momentos podemos desconectarnos de nuestra propia realidad. Al salir a la calle y ver las luces y los adornos, aún, la misma expresión cambiante en los rostros de las persona, el anhelo de los niños y la alegría de los jóvenes, nos contagiamos de buenas vibraciones y a pesar de lo que estemos viviendo nos sentimos un poco reconfortados.Escena de Navidad Por eso te digo, la Navidad no se trata de regalos costosos, de cenas elegantes, de viajes, ni de fiestas, la Navidad es la oportunidad de salir de la rutina, de reencontrarnos con aquellos que queremos pero, que con el día a día, el resto del año nos mantenemos alejados; se trata de recobrar la ilusión, de dejar salir nuestro niño interno, de creer en la magia y si podemos, de ser portadores de alegría y esperanza para aquellos que más lo necesitan. La Navidad no es religión, ni política, la Navidad es un todo que aporta historias y recuerdos a nuestros corazones. Por Mª Elvira Mundó

Comentarios (0)

No hay comentarios en este momento
Consentimiento de cookies